Un acabado decorativo de madera con incrustaciones de motivos geométricos y detallado con diminutas placas metálicas que recuerdan las típicas aplicaciones de tachuelas y remaches vaqueros, para definir un patrón de suelo con alma de rock y atractivo neo-deco.
Y en este caso presenta un roble blanqueado que produce un tono de parquet gris claro muy próximo al hielo, con un efecto de coloración que a su vez recuerda al tejido vaquero deslavado y destaca por su luminosidad y toque moderno.
Un suelo de roble profundamente cepillado, pintado en color, que permite captar la calidad de su esencia en el espacio de cada inserto de la composición, para decorar un ambiente que busca elegancia y diseño.


